Una niña de ocho años le escribio a un líder cristiano buscando conesjo quería saber cómo podía conseguir que su papá llevara su foto. Dijo que su papá tenía una foto de su hermanito en su billetra (el niño se parecía al papá). Y también llevaba una foto de su bonita hija de 15 años. Pero cuando la niña de ocho años le dio su foto, él la puso en una gaveta. Parece que para su papá no era lo suficientemente buena.
El dolor del rechazo es demasiado real en nuestro mundo: un niño rechazado por sus padres, una esposa a quien el marido le da la espalda, amigos que se vuelven en contra de amigos.
José debe haber sentido el dolor de un puñalada en su corazón cuando sus hermanos lo vendieron a los comerciantes madianitas de esclavos. El dolor debe haber sido insportable. Sin embargo, pudo superar ese trágico revés. He aquí cómo:
Permaneció en comunión con Dios (Génesis 39:2)
Hizo su trabajo bien (Génesis 39:4-6)
Se negó a dejarse arrastrar por la tentación (Génesis 39:7-12)
Cuando su jefe lo rechazó -injustamente- siguió comprometido con Dios (Génesis 39:20-23)
La gente nos rechazará. Pero al cristiano, Dios nunca lo rechazará. Aférrate a Dios. Su amor y cuidado te sacarán adelante.
* Si quieres leer los versículos solo dar clien en ellos.
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