Carlos Arteaga fué el sobreviviente de un avión que se estrelló en el amazonas. Las condiciones en las que se encontró no eran muy buenas, perdió una parte de su cabeza y esta se lleno de pus y de gusanos, perdió una pierna, el hueso de su brazo se rompió en más de 3 pedazos, no tenía nada para comer, ni beber, a su alrededor habían personas muertas y muchos animales esperando comérselo pues su carne estaba podrida.
Los invito a ver y escuchar este testimonio y ver como se cumple el salmo 91 en la vida de él y como Dios también puede hacer que se cumpla en nosotros.
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